Camino de los Toros, refugios de arrieros

En plena Cordillera de los Andes es posible encontrar estos extraños refugios. ¿Quién los construyó? Visitamos algunos en La Rioja y conocimos la leyenda del “Destapadito”.

La ruta 76 es la consolidación de un antiguo camino cordillerano por el que se comerciaba ganado desde Argentina hacia la región de Chile, allí están enclavados una serie refugios que tienen unos 150 años de antigüedad y están rodeados de un majestuoso paisaje de puna.

A este paso internacional se lo conoce hoy como Pircas Negras, pero también como Camino de los Toros o Cruce de los arrieros.

Una postal del camino hacia los refugios. Los arrieros atravesaban esta geografía durante 10 días. (Foto: Juan Leyes)

Durante las presidencias de Bartolomé Mitre (1861-1868) y de Domingo Faustino Sarmiento (1868-1874), los gobiernos mandaron a erigir estas construcciones de piedra y argamasa que, sumados a corrales del mismo material, constituían la parada obligada de la travesía de los arrieros.

Los encargados de trasladar ganado demoraban unos 10 días en llevar bovinos desde la zona que hoy constituye Vinchina (Argentina) hasta la de Copiapó (Chile). 

Las construcciones son llamativas, se asemejan a nidos de horneros –considerada en Argentina el ave nacional– y es posible visitar algunas de ellas que se encuentran sobre el trayecto de esta ruta cerca del parque provincial Laguna Brava

Refugio el Retamo, al fondo la Laguna Brava. En la pirca junto a la entrada del refugio yacen los restos del «Destapadito». (Foto: Juan Leyes)

Los guías explican que los refugios “El peñón”, “Veladero”, el “Pucha Pucha”, están ubicados equidistantes a 30 kilómetros y soportan los fuertes vientos y nevadas del invierno. 

Mi experiencia me demostró que en ese lugar el sol quema fuerte y que a media tarde en un día primaveral la temperatura no supera los 10°. 

Vista de la Laguna Brava desde uno de los refugios. (Foto: Juan Leyes)

El Destapadito

Se destaca en la zona el refugio “del Retamo” o “de la Laguna” porque allí yacen los restos de una leyenda del lugar que los riojanos conocen como “el Destapadito” o “Destapado”. Nadie sabe a ciencia cierta de qué murió ni quién era, pero los lugareños aseguran que su cuerpo fue hallado congelado dentro del refugio en la década del 1950.  

Los arrieros que lo encontraron depositaron su cuerpo fuera del refugio y le hicieron una pirca utilizando piedras del lugar. Una cruz en la punta de la tumba enuncia: “Q.E.P.D. Destapado”. Lo llaman así porque los guías aseguran que, cuando termina el invierno, las piedras que lo cubren suelen encontrarse dispersas aunque los visitantes las vuelvan a apilar una y otra vez en primavera.

Porque aparentemente murió de frío, los turistas dejan fósforos, encendedores, monedas y ruegos  junto a sus huesos, blancos como la sal de la laguna. Las variadas versiones indican que se trataba simplemente de un arriero, otros hablan de un contrabandista o incluso un fugitivo de la Justicia. 

Lo cierto es que la arquitectura del refugio permite encender fuego dentro posibilitando el tiraje del humo hacia el exterior por una abertura en la parte superior. 

Algunos montañistas usan estos refugios como paso previo a la escalada, por eso es habitual ver trozos de leña en los alrededores. En la región de estos refugios son comunes las excursiones de montañismo a los volcanes más altos de la cordillera. Allí están el volcán Veladero  (6.436 metros sobre el nivel del mar) , el Bonete Grande (5.935 metros), el Bonete chico (6.760) y el más alto, el Monte Pissis (6.795 msnm).

Una de las aberturas del refugio el Retamo. (Foto: Juan Leyes)

Recomendaciones

-Para llegar a los refugios de Laguna Brava desde La Rioja (ciudad capital) hay que tomar la ruta 38 hacia el sur hasta Patquía, luego la ruta 150 hacia el oeste hasta llegar a la zona de los parques Ischigualasto (San Juan) y Talampaya (La Rioja). Allí empalmarán con la ruta 76 que los lleva primer a Villa Unión y luego a Vinchina y el último lugar habitado que es Alto Jagüé (Alto Jagüel).

Tramos de ripio en buen estado de la ruta 76. (Foto: Juan Leyes)

-El paisaje es imponente y demanda paradas fotográficas a cada tramo. Prestar atención a no realizar caminatas veloces o prolongadas una vez que se desciende del vehículo ya que la constante agitación puede dar lugar al apunamiento (mareos, dolor de cabeza, náuseas, dificultades en el habla, labios morados). 

Imponentes paisajes camino a Laguna Brava. (Foto: Juan Leyes)

-Desde Alto Jagüé hasta la Laguna Brava (los primeros refugios) hay 160 kilómetros de ripio. El camino es bueno y en ascenso. No hay lugares de aprovisionamiento. En Vinchina está la estación de servicio más cercana a la laguna (200 kilómetros).

-Recomiendan llevar combustible extra y mucha agua. Llevar abrigo, caramelos, hacer un desayuno liviano antes de salir. Los guías aseguran que no es un viaje apto para mujeres embarazadas o personas con marcapasos ya que se asciende a los 4.300 metros de altura de forma vertiginosa.  

Aduana y Paso Internacional Pircas Negras. (Foto:Juan Leyes)

-Laguna Brava está más cerca del paso internacional que de Jagüé. Continuando por la ruta 76, en la zona de Aduana es posible pernoctar, el paso está abierto desde el 1° de noviembre hasta el 30 de abril. Algunos viajeros lo hacen. No se expende combustible. Hay conexión a wi-fi.

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